viernes, 6 de enero de 2012

La cuesta de enero

Estimadas y estimados estudiantes de traducción literaria, traducción científico-técnica e interpretación social, antes de nada: ¡feliz año!

Como sabéis, a las vacaciones les quedan, literalmente, tres días. En T4 y T12 alemán retomamos el curso el mismo lunes, en interpretación social y T12 inglés, el miércoles 11. Los responsables de las exposiciones han venido enviándonos sus materiales con razonable antelación (mucho más no se puede pedir, teniendo en cuenta que las Navidades son un período, como mínimo, excepcional y que lo que sigue está adquiriendo matices, como mínimo, apocalípticos; y no me refiero al calendario maya). Los abstracts, sin embargo, no me acaban de llegar: recuerdo desde aquí a los rezagados que los abstracts son fundamentales para que se sepa fuera de las aulas 8 y 18 lo que se hace dentro de ellas; en cualquier caso, son parte del trabajo que tenéis que hacer.

El programa posvacacional es duro y no va a darnos treguas: después del último cambio de fechas, nos hemos quedado sin margen para imprevistos en ninguna de las asignaturas basadas en las exposiciones de los estudiantes y aún queda también bastante por hacer —trabajo autónomo más defensas de traducción y algo de preparación específica para el examen— en T4. Además, a causa del disparatado calendario académico de este año, que establece como fecha tope para la entrega de actas el 29 de febrero, sólo tenéis tiempo para entregar los trabajos escritos hasta el día 1 de febrero; y, por añadidura, a los estudiantes de interpretación social os pediré algún extra (ya hablaremos). Vamos, que la cuesta de enero —y, luego, la de febrero— puede convertirse en algo más que un repecho si no nos la tomamos en serio desde el comienzo. Pero esto no es nada que no sepáis.

Ánimo, pues, descansad intensivamente mientras podáis —quienes podáis— y hasta la semana que viene.

Para quienes sabéis alemán, por cierto, y a propósito de la exposición de T12 alemán del lunes [Neues von Gott, de Funny van Dannen], os he dejado como comentario al abstract la historia completa leída por el autor y acompañada del texto escrito. Es divertida (y a mí me sugiere que, por muy torcidos que puedan llegar a ser los renglones con los que Dios intenta escribir derecho, nada es demasiado grave si, al final, el Sumo Hacedor acaba pagando las copas).

No hay comentarios: