lunes, 28 de octubre de 2013

Primer balance y cuestiones logísticas en Ciencia y Tecnología

Miro en mi cronograma y constato que ya ha pasado un tercio del cuatrimestre (en cuanto al número de sesiones presenciales se refiere). Ya es hora, pues, de realizar un balance —apresurado, como todo lo que se hace cuando el curso arrecia y el tiempo comienza a escasear— de lo que ha venido siendo la asignatura hasta ahora mismo.

Cinco semanas, diez sesiones dobles de clase, no ha habido puentes (snif), no nos han afectado la apertura oficial del curso académico ni la huelga general de la enseñanza y la gripe apenas nos ha rozado (cruzaremos los dedos): en lo tocante al número de horas impartidas efectivamente, la cosa apenas podría haber ido mejor.

La semana tonta este año ha sido bastante menos tonta que en cursos anteriores: nos ha servido para hacer lo que había que hacer (esto es, presentaciones, contextualización de la asignatura y explicación del programa con sus objetivos, contenidos, metodología y modalidades de evaluación) y aun pudimos solucionar algún problemilla logístico y comenzar con el trabajo teórico-práctico (aspectos relevantes de lingüística y traductología aplicables, análisis de medios y géneros y primer contacto con el primer texto origen, que, entretanto, hemos vertido al castellano oralmente y por escrito en más que aceptable traducción colectiva). Claro está que casi todo lo que se indica al comienzo del curso acerca de, sin ir más lejos, el programa, está a mitad de camino entre el deseo de los objetivos que podemos marcarnos cuando hacemos una lectura sensata de la guía docente y la realidad que determinan imponderables como la competencia de los participantes en la asignatura, la composición del grupo y el número de estudiantes matriculados. Aquí cabe apuntar que el grupo se ha estabilizado bastante pronto, con un número aún razonable de 17 estudiantes oficiales (alrededor de media docena de ellos, por cierto, de lengua materna alemana, de modo que el grupo queda algo amplio para una optativa de alemán pero equilibrado).

En lo sucesivo, seguimos trabajando con Stimmt's, partiendo siempre de los audios para fomentar la comprensión del alemán hablado (o, si lo preferís, leído y grabado) y desentrañar el sentido de los textos origen sin que la materialidad de la letra impresa nos condicione más de la cuenta; identificando, analizando y solucionando, luego, los problemas de traducción que contiene todo texto; recorriendo, en el camino hacia la versión escrita, el paso intermedio de una traducción a vista atenuada; traduciendo, por fin; y, por último, sometiendo al escrutinio de la asamblea los resultados.

Tras una primera parte del curso en la que los ejercicios previos y el trabajo de traducción se han venido llevando a cabo, fundamentalmente en el aula, en sesiones dirigidas por el que suscribe, comenzamos el 21 de octubre con la fase de defensas de traducción, en la que los estudiantes, organizados en grupos de tres, exponen ante la asamblea las traducciones que han realizado previamente fuera del aula y las someten a la crítica constructiva de los compañeros. Para que su trabajo pueda ser analizado y comentado en clase, los ponentes hacen llegar con la debida antelación a todos los participantes en la asignatura su propia traducción acompañada de una relación de los problemas más relevantes que hayan hallado más las fuentes y estrategias de documentación que han utilizado para resolverlos. Se sobreentiende que todos los participantes en la asignatura deben traducir todos los textos que se traten durante el curso aunque no sean responsables de la defensa de la traducción que toque (de lo contrario, difícilmente podrán formular ninguna crítica fundamentada al trabajo de los compañeros ni participar de manera constructiva en los debates). Con la salvedad de que los textos origen han sido elegidos por el profesor, en esta fase del curso, los estudiantes trabajan de manera esencialmente autónoma: ellos solos se encargan de la elaboración de las traducciones y su distribución a todos los participantes en la asignatura través de la lista de correo de la misma, exponen y dirigen los debates en la fecha que les corresponde. Tras las sesiones de defensa, las propuestas de traducción de los respectivos ponentes pueden sufrir cambios: en este caso, ellos mismos se encargarán también de hacernos llegar a todos los textos término definitivos convenientemente revisados y editados.

No hay un cronograma estricto para las exposiciones: lo ideal sería que una defensa cupiera en los 100 minutos que dura una sesión presencial doble, pero, siempre que las explicaciones necesarias o el debate lo requieran, no es grave que un grupo necesite algo más de tiempo (ya iremos pillando ritmo). Sí existe un orden de defensas, lo que significa que cuando acaba un grupo comienza a actuar el siguiente, aunque esto suceda a mitad de clase. El orden de defensas para esta fase del curso ha quedado como sigue:

Las fechas tope para que quienes expongan hagan llegar a la asamblea sus traducciones, a partir del tercer grupo, son las siguientes:

  • Tercer grupo, 29 de octubre;
  • cuarto grupo, 31 de octubre y
  • quinto grupo, 5 de noviembre.

Esto es, en resumidas cuentas, lo que hemos hecho y continuaremos haciendo durante esta semana y la que viene antes de pasar a ver textos algo más especializados (con el mismo modelo de funcionamiento autogestionado, eso sí). Quien quiera, puede ir preparándose ya para lo que se avecina por medio de la audición, visionado y lectura de los materiales acerca de medicina legal que contiene el blog (haciendo clic en las etiquetas de científico-técnica que aparecen en el menú de la derecha).

Dejando aparte los aspectos meramente organizativos —fundamentales, por otra parte— y los inherentes a la materia y el programa, hay dos cosas más que merecen que nos detengamos en ellas siquiera someramente: en primer lugar, éste es el primer curso de científico-técnica que imparto en Granada en el que un número considerable de participantes me dice que ha elegido la asignatura porque siente interés por la ciencia o la tecnología (o tienen, ellos mismos, formación específica en carreras u oficios técnicos); en segundo lugar, las tutorías, en forma de entrevistas, en fin, llamemos a las cosas por su nombre, obligatorias realizadas desde el comienzo del curso me están permitiendo conoceros algo mejor y me están aportando ya —no en enero o febrero al hilo de la revisión de exámenes— claves que pueden tener cierta importancia para el desarrollo del curso. Lo que hay que intentar ahora es que el conocimiento experto de muchos de vosotros revierta en beneficio de toda la clase y que se produzca, dentro de los límites que nos impone el funcionamiento académico, eso que se ha dado en llamar «transmisión horizontal del conocimiento».

Al principio de este post hablaba de manera un tanto afectada de la realidad y el deseo; ahora, de manera seguramente algo imprudente, me atrevo a decir que este año tenemos más motivos para el optimismo que otros cursos. Veremos.

viernes, 25 de octubre de 2013

Nur 20 Wochenstunden, Selbststudium und Lob des Recycelns

Im Durchschnitt belegen die Teilnehmer des Masterstudiengangs Máster Universitario en Interpretación de Conferencias um die 20 Stunden pro Woche: Tag für Tag, montags bis freitags, 30 Wochen lang —und es wird davon ausgegangen, daß sie sich aktiv und täglich am Unterricht beteiligen. Das ergibt eine beträchtliche Belastung für alle Teilnehmer: Für die Dozenten, die den Gradostudiengang selbstverständlich nicht vernachlässigen dürfen, während Sie im Máster lehren —was kurzfristig für Wochenarbeitszeiten weit jenseits der 60-Stundenmarke sorgt; und für die Studierenden, die sich eine Zeitlang werden umstellen müssen, wenn sie die Studienbedingungen erfüllen wollen, nebenbei vielleicht so was wie einen Job, Familie oder ein Haustier haben und ab und zu essen und schlafen wollen.

Im Falle des Kurses, den ich zusammen mit meiner Kollegin Profa. Macarena Pradas erteile, ist es sehr wichtig, daß sich jeder darüber im klaren ist, daß die 20 Stunden allein, so gigantisch diese Stundenzahl auch wirken möge, kaum ausreichen werden, um am Ende übernächster Woche mittelschwere Texte vom Deutschen ins Spanische richtig aus dem Stegreif zu übersetzen und Übungen des bilateralen und konsekutiven Gesprächsdolmetschens halbwegs vernünftig zu meistern. Egal wie viele Stunden erteilt werden, im Unterricht kann man genaugenommen nur exemplarisch vorgehen: Man kann zum Beispiel zeigen, worin eine Stegreifübersetzung besteht und was man als Dolmetscher beachten muß, um einen Text selbst auf deutsch zu lesen und seinen Inhalt quasi gleichzeitig auf spanisch vorzutragen —und dann kann man diese Übung mit Ausgangstexten verschiedener Schwierigkeitsstufen ein paarmal wiederholen. Nur dadurch wird kaum die Geschicklichkeit erlangt werden können, die für eine professionelle traducción a vista nötig ist. Also ist Selbststudium gefragt.

Selbststudium besteht natürlich nicht nur darin, daß man sich selbst eingehend betrachtet und dabei seine Schwächen und Stärken feststellt (wobei das nicht nur als Joke intendiert ist). In unserem Falle besteht Selbststudium vielmehr darin, daß die Studierenden außerhalb der regulären Unterrichtsstunden weiterhin das üben, was Ihnen im Unterricht gezeigt wurde —wenn machbar, am liebsten in der Gruppe: So ist jeder abwechselnd Dolmetscherlehrling und Dolmetschlehrer. Ist man beständig, bringt das bestimmt genauso viel wie die Sitzungen in Anwesenheit eines Dozenten.

Materialien zum Üben gibt es auf linguistics for fun zuhauf, insbesondere für traducción a vista. Dabei handelt es sich sowohl um Übungen, die eigens für den Máster erstellt worden sind (wie z. B. im Post Karnewahl der Parteien), als auch um solche, die ursprünglich für andere Zwecke ausgearbeitet wurden (z. B. für Kurse des Fachübersetzens oder des Konferenzdolmetschens in den Studiengängen Grado und Licenciatura). Ihr gelangt zu diesen gewissermaßen recycelten Inhalten, indem Ihr die entsprechenden Labels in der rechten Sidebar des Blogs anklickt. Im jetzigen Stadium des Kurses sind die Übungsstimmt's unbedingt empfehlenswert. Es handelt sich um lockere einführende populärwissenschaftliche Texte, bei deren Übersetzung aus dem Stegreif sich rasch ein gewisses Erfolgsgefühl einstellen dürfte: Das schafft Vertrauen!

Im großen und ganzen sollt Ihr den Anweisungen folgen, die in diesem Post erörtert werden. Bedenkt dabei aber, daß das Ziel der Übung für die angehenden Fachübersetzer darin besteht, möglichst genaue, am besten druckreife Übersetzungen zu liefern, während Ihr eine weitgehend fehlerfreie aber vor allen Dingen fließende mündliche Übersetzung anstreben sollt.

Ferner gibt es auf linguistics for fun auch Inhalte, bei denen bei allem Lerneifer der Genuß nicht zu kurz kommen dürfte: Wie bei den Hörkaminern, sehr unterhaltsam und sehr geeignet, um das Ohr an die schreckliche deutsche Sprache zu gewöhnen (hier einige didaktische Empfehlungen dazu). Schaut Euch doch einfach mal um!

martes, 15 de octubre de 2013

El Máster en Ideal

Ideal, el periódico local de Granada, se hace eco en esta noticia de la impartición en nuestra Universidad del Máster Universitario en Interpretación de Conferencias al que contribuyo, muy modestamente, con un par de créditos en el módulo de Fundamentos de la Interpretación Profesional.

Está bien que los medios se interesen por lo que uno hace; y el artículo en sí tampoco está mal, sobre todo por la manera sencilla, didáctica, inteligible en que la Profa. Anne Martin aclara algunas cuestiones relacionadas con los estudios y la profesión del intérprete en estos tiempos de agitada inmovilidad.

La titulación es nueva, los estudios, no: materias muy similares a las del nuevo Máster, por no decir las mismas, ya se impartían en la licenciatura —y aun la diplomatura— que precedieron al nuevo grado Bologna-style; por menos dinero, para más estudiantes y con una calidad esperemos que comparable (de esto último nos iremos cerciorando a medida que vaya avanzando la nueva titulación). Vamos, que el Máster es la solución boloñesa a un problema que no existía antes de que la propia Bolonia pergeñara los nuevos grados sin contenidos especializados y allanara, de este modo, el camino para una mercantilización de los estudios universitarios que ya no parece admitir discusión. Por otra parte (de entre dos males, el menor), la situación de debilidad en que pueden quedar estudios o especialidades que no han conseguido la aprobación de un Máster propio para dotar de mayor entidad y trascendencia a sus grados demuestra que sí que está bien que exista este Máster nuestro.

En resumen y a modo de consuelo: que esto es Bolonia —¡aú, aú, aú!— y el frío glacial del EEES se soporta algo mejor con el abriguito del Máster sobre los hombros. Pero hace un frío de tres pares de cojones.

lunes, 14 de octubre de 2013

Asignaturas sin docencia

A la hora de interpretar la cocina boloñesa, era de temer que la legendaria impericia española podía adulterarnos la Universidad para una buena temporada: esto se hubiera podido suponer y, bueno, lo llevamos sufriendo desde hace ya un par de años. A la vista del resultado, todo indica que entre los fogones y las cazuelas debieron de andar muchos desentendidos y no pocos interesados, la mayoría, a lo que parece, gente algo escasa de razón práctica y con poco apego por la ciencia. El resultado es el que es, y ya veremos si se puede enmendar la cosa a medio plazo. En este momento y esta entrada concreta, nos interesa una de las consecuencias inmediatas del cambio de las licenciaturas que pudimos cursar hasta ayer mismo por los grados Bologna-style actuales, una consecuencia algo menos grave que otras que, no obstante, puede poner a muchos estudiantes en una coyuntura engorrosa: las asignaturas sin docencia.

Siempre que hay cambios de planes de estudios quedan por ahí materias sueltas que no se imparten. Al margen de si los cambios son necesarios o convenientes, esto es natural, porque las capacidades logística y docente de nuestras facultades son las que hay y no pueden impartirse de manera paralela hasta el fin de los tiempos dos carreras diferentes. A mí me toca ocuparme de tres asignaturas sin docencia: la ex troncal Traducción 4 B-A científico-técnica alemán-español y las optativas Traducción 12 B-A literatura y divulgación alemán-español y Traducción 12 B-A literatura y divulgación inglés-español, en lo sucesivo, científico-técnica y literarias.

Sin detenernos en las muy pertinentes cuestiones de si son razonables —o no— las tasas que los estudiantes deben pagar por materias en las que sólo tienen derecho a examinarse o que los profesores tengamos que ocuparnos de las asignaturas sin docencia aunque este esfuerzo supletorio no nos compute como carga docente, el embrollo puede quedar mejor o peor resuelto.

En el caso de la científico-técnica, el problema es menor, dado que la materia correspondiente de la licenciatura ha conseguido superar el corte e infiltrarse en el grado, siquiera como optativa y con un nivel de exigencia tendencialmente más moderado: la Traducción en Ciencia y Tecnología B/C-A alemán-español. Ambas científico-técnicas, la de licenciatura y la de grado, tienen metodología, contenidos, objetivos y modalidad de evaluación similares (en linguistics for fun, todos los contenidos de científico-técnica están agrupados bajo la misma etiqueta, sean de antes o de después de Bolonia). Es relevante —y ventajoso— para los estudiantes matriculados en la científico-técnica sin docencia, pues:

  • En primer lugar, que pueden encontrar en este blog gran parte de lo que se hizo y se sigue haciendo en la materia (para ello sólo tenéis que pinchar en las etiquetas traducción científico-técnica alemán-español 2013/2014 y traducción científico-técnica alemán-español cursos anteriores);
  • en segundo lugar, la circunstancia, decisiva para el delicado asunto que nos atañe, de que el examen siempre tuvo una importancia destacada en la evaluación de la científico-técnica, de modo que los materiales que hallaréis aquí os servirán para prepararos los exámenes de la asignatura sin docencia en que os habéis matriculado (además, hay una buena cantidad de ejemplos de exámenes en el blog).

Aquí aún cabría añadir que el hecho de que la materia se siga impartiendo podría llegar a suponer que el estudiante matriculado sin derecho a docencia pudiera asistir a las clases ordinarias de manera oficiosa en alguna circunstancia dichosa (por ejemplo, un número pequeño de alumnos de grado sumado a la buena disposición del profesor).

Todo se enmaraña endiabladamente en el caso de las literarias, desaparecidas por completo del actual grado. En las traducciones literarias nunca se contempló el examen como modalidad de evaluación, por razones metodológicas e ideológicas: porque la sola idea de traducir en condiciones de examen un texto literario difícil es poco menos que insensata (esto es, si el objetivo es traducir dicho texto bien). En las asignaturas de literaria, la asistencia era obligatoria y la evaluación estaba basada fundamentalmente en el trabajo cotidiano en el aula y las exposiciones ante la asamblea, algo a todas luces imposible si no hay docencia. No obstante, durante los últimos cinco años, por cortesía y por no perjudicar a los interesados, se hizo un puñado de exámenes finales para evaluar a los poquísimos estudiantes que no podían asistir a clase e insistieron en permanecer matriculados en la asignatura pese a ello.

Los exámenes intentaban ser un reflejo de la asignatura, en tanto que ésta era, a la vez, teórica y práctica (2 y 4 créditos respectivamente); así que constaban de una traducción de un texto literario o divulgativo de unas 750 palabras, con su correspondiente comentario, y alguna o algunas preguntas teóricas (teoría general de la traducción literaria, descripción y tratamiento de los fenómenos más comunes, etc., etc.). Durante la prueba, de cuatro horas de duración, los examinandos podían ayudarse de los diccionarios en papel que quisieran, pero no estaba permitido el uso de herramientas de elaboración personal ni el de ordenadores u otros dispositivos que permitieran conectarse a la Red. Éste será el tipo de examen al que tendrán que someterse quienes se matriculen en mis asignaturas de literaria sin docencia a partir de este curso. Soy, en general, muy poco partidario de los exámenes y sé que son un método particularmente poco adecuado para evaluar la traducción literaria, pero es el único factible para las asignaturas de la antigua licenciatura dadas las circunstancias.

A partir de aquí, la cosa, que aún pudiera parecer asequible, se complica un poco más: para darles mayor libertad y autonomía a los participantes, intentar facilitar eso que se ha dado en llamar «transmisión horizontal del conocimiento» y tratar de evitar la esclerosis que conlleva el operar con un repertorio limitado, mis asignaturas de literaria nunca se dotaron de un canon de textos o autores; y tampoco pienso hacerlo ahora que ya no se imparten, de modo que no puedo deciros qué o quién puede entrar en el examen. Lo único que os puedo adelantar es que se tratará de un texto literario o con un nivel razonable de elaboración literaria, de dificultad alta, que pueda comprenderse y traducirse sin tener que recurrir a diccionarios especializados. Los últimos autores y textos que aparecieron en los exámenes de literaria fueron los muy canónicos —y no menos difíciles— Thomas Mann y La Montaña Mágica y Lewis Carroll y Alicia en el País de las Maravillas. No creo que la elección de uno y otro como materia de examen sorprendiera a los examinandos (los dos autores solían hacer acto de presencia en mis clases regularmente) pero eso no les resta dificultad. Como dice el refrán, el que avisa no es traidor.

Una de las preguntas más recurrentes que se me han hecho durante las últimas dos o tres semanas es cómo o dónde se pueden conseguir los materiales para preparar la asignatura. En el caso de las lecturas teóricas recomendadas en la sección de referencias del programa, la respuesta es simple, incluso un poco obvia: en bibliotecas y librerías. En el caso de los textos con los que ensayar, habida cuenta de que no hay canon, en rigor, también: cualquier texto literario o elaborado literariamente escrito originariamente en inglés o alemán vale. Nunca hubo esos «apuntes» por los que me habéis preguntado algunos: los materiales con que se trabajaba en el aula eran distribuidos entre los alumnos de manera autogestionada por los propios participantes en la asignatura que asistían regularmente a clase; y los tendrán, si los han conservado, quienes asistieron a clase. De todos modos, me temo que su utilidad sería muy escasa para quienes no han trabajado con los textos que usamos ni han participado en las sesiones presenciales de exposición, defensa y crítica de traducciones. Las traducciones literarias nunca estuvieron diseñadas como asignaturas susceptibles de ser cursadas a distancia o asignaturas virtualizadas: el aprendizaje sucedía en las aulas. En linguistics for fun, que se fue convirtiendo, poco a poco, en una especie de órgano (y también en los dos blogs, translating for fun y translated for fun, aún en estado casi embrionario, que se crearon para albergar los trabajos de los participantes en las traducciones literarias del 2012/2013), podéis ver qué se hizo durante los últimos cuatro años; pero esto tampoco aporta más claves para el examen que las que apunto más arriba.

Otra pregunta frecuente es cómo preparar la asignatura de traducción literaria sin docencia. La respuesta también es sencilla: traducir al castellano textos adecuados y encontrar a alguien que revise y comente las traducciones, a ser posible, un traductor o traductora competente dotado o dotada de alguna aptitud pedagógica. Para ello, como yo ya no puedo daros clases, muchos tendréis que recurrir a la ayuda mutua. Ahora bien, si me hubierais preguntado qué hacer antes de matricularos, yo os hubiera recomendado que optarais por cualquier otra optativa de traducción: si os habéis matriculado por los créditos, éstos serán más fáciles de conseguir en cualquier otra asignatura con textos más sencillos para los que resulte más fácil prepararse; si lo habéis hecho por interés genuino por la traducción literaria, bien, en ese caso, la experiencia de prepararos por vuestra cuenta, probablemente sin intercambio con otros interesados, a duras penas resultará gratificante (y puede convertirse en algo bastante frustrante). Otra cosa son los proyectos de traducción —literaria o editorial— que podáis tener, con los que tal vez pueda echaros una mano dentro de mis limitaciones (pero estos proyectos, que constituirían el núcleo de una asignatura con docencia no tienen cabida dentro de una asignatura sin ella).

Gran parte de lo escrito hasta aquí podría parecer disuasorio (y, quién sabe, tal vez acabe teniendo ese efecto); no obstante, no es ésa la intención principal de quien suscribe. Las traducciones literarias han sido las niñas de mis miopes ojitos de enseñante durante los últimos cinco años y ahora son la materia peor tratada por el grado (véase, en este blog, Martes y 2013). El hecho de que nuestro grado renuncie a la enseñanza práctica de la traducción literaria no sólo empuja a la materia a la marginalidad dentro de nuestros estudios: también os pone las cosas mucho más difíciles a los matriculados en una asignatura sin docencia que apenas puede cursarse de manera razonable sin clases.

Para consultas más personales o más concretas, podéis escribirme a linguisticsforfun[arroba]gmail[punto]com (no me escribáis a mi cuenta institucional, por favor: si alguien lo ha hecho, ruego reenvío). Durante el primer cuatrimestre, también podéis venir a verme, previa cita, en mi horario regular de tutorías, los lunes, de 15:00 a 21:00 horas, a mi despacho del Edificio Casona de BuenSuceso Once (es el 4C, si no lo encontráis, preguntad en conserjería, por favor).

martes, 1 de octubre de 2013

Más goteras

Y eso que este otoño apenas está lloviendo.

Algo ha mejorado el blog desde la última tanda de reformas, hará ahora cosa de once o doce meses (véase Tres años y alguna gotera). Pero no lo suficiente:

  • Con 213 posts publicados entretanto, sigue siendo algo difícil de usar como blog de consulta.
  • La lista de «materias y exposiciones», la herramienta fundamental para navegar por linguistics for fun, a la derecha de la pantalla, que había conseguido limitar un poco, ha vuelto a crecer (pero es que dicha lista sigue los vaivenes de mi voluble ordenación docente y aún se incrementará en un par de ítems más a lo largo del curso);
  • El buscador interno, también a la derecha, que utiliza datos de la búsqueda de blogs de Google, funciona, cuando funciona, de manera más bien errática (cuando necesitéis hacer búsquedas, hasta que haya incorporado un motor de búsqueda customizado, usad, por favor, la casilla que aparece a la izquierda de la barra de navegación, bastante más fiable que el buscador de la derecha).
  • La red de blogs integrada por translating for fun y translated for fun está en vía muerta desde la primavera y urge volver a ponerla en marcha.
  • Por añadidura, linguistics for fun no está tan bien posicionado en la web como merecería por el número de visitas que recibe (para ser un blog de traducción y materias afines, se entiende). Aunque esto, por lo pronto, me preocupa algo menos: ya se sabe que los caminos del Señor Google son insondables.
  • ¡Ah!, y también hay algún que otro enlace roto que también tendré que ver de reparar.

En resumen, que es menester ponerse otra vez a hacer chapuzas para arreglar lo que se pueda.

El trabajo en un blog no tiene fin (a menos que uno lo cierre, claro está). Esta entrada es un aviso, sobre todo, para los suscriptores, quienes en el curso de las labores de mantenimiento podrán notar un grado de inconsistencia en las notificaciones algo mayor de lo habitual: que en sus lectores o correos electrónicos aparezcan, por ejemplo, como nuevas entradas ya antiguas pero recién reparadas y otros accidentes comparables. Disculpad las molestias, procuraré darme prisa con las reformas de esta fábrica que nunca se acaba.