sábado, 14 de noviembre de 2009

Primer cuarto superado (básquet literario)

Ya se han celebrado cinco de la veintena escasa de exposiciones prevista: buen momento para hacer balance provisional (un balance algo impresionista, el que avisa no es traidor).

Hasta el jueves pasado (
The Wee Free Men), venía siguiendo la asignatura un curso algo peculiar: mucha teoría, menos debate de lo deseable. Lo que antecede no supone una valoración negativa de las exposiciones, ni mucho menos (las ha habido excelentes), se trata sólo de una constatación de lo que ha venido pasando en clase hasta anteayer mismo. Entiendo que el carácter menos práctico de las cuatro primeras exposiciones viene dado, fundamentalmente, por los textos elegidos (aunque también los enfoques con que se han tratado los mismos han contribuido a determinar el mayor o menor nivel de practicidad de las ponencias).

Antes de nada, se debe notar que las cuatro primeras exposiciones se ocupaban de textos, en principio, algo atípicos en un curso de traducción literaria (traducción de dos canciones y una novela gráfica y subtitulación de una película). Se sobreentiende que la parte
teórica de una exposición sobre subtitulado (V for Vendetta) pueda -e incluso deba- ser más amplia (porque cabe presumir que los participantes en la asignatura no poseen grandes conocimientos acerca del tema y porque el propio tema exige un tratamiento más técnico); el juego metaliterario de Fun Home y su inscripción en el fenómeno queer también justifican una mayor extensión de la parte teórica; ambas exposiciones resultaron amenamente informativas y pertinentes, en ambas se incidió en el proceso de traducción y se presentaron ante la asamblea sendos productos acabados, no se puede pedir mucho más. La primera ponencia (American Pie), mucho más breve, probablemente acusara su posición en el cronograma y, con seguridad, su indefinición en cuanto al encargo, sobre todo, y las aparentes lagunas en lo tocante a la explicación del texto origen y la documentación acerca del mismo (nada que no pueda subsanarse con un buen trabajo escrito al final del curso). En la exposición sobre Panic sí que había un encargo bien definido, pero en la parte teórica, muy larga, no siempre se ofrecieron datos muy pertinentes -o contrastados- y el debate tampoco resultó muy productivo; Angélica, sin embargo, ha prometido su versión española de la canción interpretada y grabada para más adelante, y yo estoy expectante.

Con
The Wee Free Men se produce una inflexión: más trabajo práctico con el texto origen y su o sus versiones en castellano en el aula. De entre las muchas páginas que han traducido, Teresa y Sergio han sabido entresacar varios fragmentos característicos de su texto que, además, bien podrían valer para ilustrar los problemas clásicos que suelen aparecer en los manuales al uso: la traducción de los nombres propios, la de los juegos de palabras, la del dialecto, etc. La participación de los asistentes fue, por añadidura, algo más activa de lo que había venido siendo hasta el día 12. Éste es el camino que debemos seguir en lo sucesivo. No nos olvidemos de que la razón de ser de la parte teórica es facilitar la comprensión de los textos origen para activar el debate; ni tampoco de que, para poder participar en los debates, hay que venir a clase con los deberes hechos: los textos comprendidos, analizados y traducidos, las traducciones de los ponentes igualmente analizadas y enjuiciadas críticamente.

A grandes rasgos, estoy bastante satisfecho con la marcha del curso. Hay dos cosas, sin embargo, que no me han acabado de gustar y que creo conveniente reseñar:
  • Primero: no estoy seguro de que haya que ir a la universidad para aprender cosas, pero sí de que, a menudo, lo que se dice en las aulas como cosa cierta sin serlo cala hondo entre el estudiantado (las antologías del disparate no sólo son fruto de la desatención de los alumnos). El aula de T12 no debe servir para la difusión de leyendas urbanas. Por ejemplo, aun cuando se esté tratando un tema de cultura popular, apenas es admisible que se diga en clase que "durante la Segunda Guerra Mundial hubo una división de soldados alemanes cuya misión consistía en violar mujeres enemigas para extender la raza aria". Hay bastantes testimonios que parecen corroborar la existencia de Freudenabteilungen -Joy Divisions- durante la tiranía nacionalsocialista (burdeles de la Wehrmacht en los que debían servir esclavas sexuales, con frecuencia, judías). Lo inhumano de la probable existencia de las Freudenabteilungen, la certeza de que durante la SGM se practicó a menudo la violación de mujeres, sin embargo, no nos facultan para afirmar la existencia de un imposible: nada en el mundo horrorizaba a los nazis más que la mezcla de sangres. Lo mismo con respecto a la "lógica" caída en el fascismo de los obreros ingleses reconvertidos durante el abominable mandato de Iron Maggie: un obrero en paro no es obligatoriamente un ultraderechista.
  • En segundo lugar, una recomendación: en cuestiones de léxico, no seáis dogmáticos -aunque el dogma descienda de acrónimos tan autorizados como el CREA o el DRAE. Corpus de Referencia y Diccionario, ambos son utilísimos pero no pueden sustituir por completo a la sana intuición lingüística (el CREA, además, se equivoca necesariamente cuando sus fuentes se equivocan). No es razonable -otro ejemplo de Panic, lo siento- renunciar a utilizar "disco" como apócope de "discoteca" sólo porque no aparezca en el CREA, máxime cuando que aparece (a mí me han salido 41 casos de "la disco" en 23 documentos). En cuanto a los errores que puede llevarnos a cometer el DRAE, si nos fiamos en exceso de él, vaya por delante que yo soy fan confeso del trabajo de los herederos del Marqués de Villena; no por ello debe -ni, en ocasiones, puede- uno renunciar a utilizar la palabra "miss" en un texto en español (a propósito de la Señorita Tica, esa especie de talent scout del Mundodisco).
Bueno, basta ya de quejas: en algún momento, también nos hemos divertido. Por poner un ejemplo, la traducción del "toy-lut" de Wentworth como "cráter" es hilarante; y es un hallazgo, tal vez no en The Wee Free Men, pero lo sería en el uso habitual de la lengua. Como hice en clase, os animo a que uséis con frecuencia la expresión "cráter", a ver si prospera y entra en CREA y DRAE, aunque sólo sea como sinónimo de la muy fea y muy poco castiza "váter".

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