En el caso de los alemanes, ¿qué crees que pasa? ¿Qué concepto tienes de la comunidad LGBT? ¿Son tan progresistas como los pintan? ¡Nosotros te lo contamos! Empezaremos haciendo un recorrido a lo largo de la historia de esta comunidad en Alemania e iremos viendo cómo han ido ganando sus derechos, al mismo tiempo que indagamos sobre la actualidad del colectivo. Además, nos adentraremos en el mundo de la transexualidad y trataremos de cerca el problema de la LGBTfobia con algunos testimonios realistas y valiosos. Todo esto para que ¡tú! seas el que juzgue si Alemania es un país gay friendly.
Si te interesa el tema y quieres saber más, pásate el próximo 12 de mayo a las 09:00 horas por el Aula Multiusos de la Casona de BuenSuceso Once.
Antonio Infante Basallote y M.ª Dolores López Sánchez-Fortún, cultura alemana [exposición del 12/05/2016]Nachtrag: «Lo que duele no es ser homosexual, sino que lo echen en cara como si fuera una peste». – Chavela Vargas |
Es muy probable que estemos pasando por una de las épocas más tolerantes de la historia de la humanidad. Desde hace unos años, muchos países han estado enzarzados en una lucha contra su historia para hacerles un hueco a las muchas minorías que existen, como es el caso del colectivo LGBT. Como no puede ser de otra forma, Alemania no es ajena a este fenómeno. Alemania: su mismo nombre lleva asociados conceptos de rectitud, eficiencia y, sobre todo, de evolución. Uno de los aspectos que más reflejan esta evolución es la situación de la comunidad gay.
Durante la República de Weimar, la homosexualidad quedaba recogida en el artículo 175 de su Código Penal como un delito y estaba castigada con la cárcel. Por esta razón, esta comunidad se veía obligada a relacionarse tras las puertas de algún bar, donde, acompañados de una copa de vino y buena música, podían ser libres un rato. Aunque sus vidas no eran de color de rosa, eran mucho mejores que el color pardo del que se teñirían más tarde. En 1933, cuando Hitler subió al poder, el colectivo LGBT fue uno de los más perjudicados. Acusados de ser innaturales y de estar enfermos, fueron sometidos a terapias mortales, encerrados en campos de concentración, marcados como si fueran ganado. Llegaron en primera clase al infierno y a la mayoría se les negó el viaje de vuelta. Y después de que se acabara la guerra, y en el infierno solo quedaran ascuas, los que sobrevivieron fueron lanzados y encerrados en una celda en cualquiera de las dos Alemanias.
Tuvieron que pasar más de cuarenta años para que tanto la RDA como la RFA abolieran por completo el artículo 175 y reconocieran que la homosexualidad tan solo era una variación del comportamiento sexual: entrando, pues, en el grupo de los aproximadamente 25 estados que no condenan ninguna condición sexual diferente de la heterosexual. Así, tras su abolición, el colectivo ha ido luchando y alcanzando diversos derechos acordes con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, al igual que en otros países del mundo, hasta llegar a la situación legal actual. Hoy día casi están a la misma altura legal que los heterosexuales en Alemania, exceptuando el matrimonio entre personas del mismo sexo, la adopción homoparental conjunta y la donación de sangre debido al estigma del VIH/sida. A pesar de ello, Alemania respalda y reconoce la legalidad de las diversas orientaciones sexuales e identidades de género y se las protege legalmente contra cualquier forma de discriminación. Cuando hablamos de identidades de género, podemos estar refiriéndonos a las personas transexuales, que se reconocen legalmente desde 1981 con la Transsexuellengesetz; pero en Alemania, a raíz de la teoría del sexólogo Magnus Hirschfeld, también se reconoce la existencia de un tercer sexo intermedio entre el del hombre y la mujer. Por tanto, desde 2013 los alemanes tienen la opción de no especificar el sexo de un niño cuando nace. Aunque en 2007, con los Principios de Yogyakarta: Principios sobre la aplicación de la legislación internacional de derechos humanos en relación con la orientación sexual y la identidad de género, se hizo un llamamiento internacional para que se respetasen todos y cada uno de los DD. HH., la discriminación o LGBTfobia ha experimentado un leve ascenso en Europa durante los últimos años debido a las crisis económica y migratoria actuales y al ascenso de los partidos de ultraderecha. Aun así, el colectivo LGBT se hace oír gracias a distintas manifestaciones culturales como el cine, la música, la literatura, diversos museos y archivos que cultivan y promueven la cultura LGBT, así como mediante distintas asociaciones nacionales e internacionales que luchan cada día por los derechos del colectivo. Una muestra de todo este fervor por ser conocidos y escuchados queda patente en torno al 28 de junio gracias a la celebración en distintas capitales mundiales del Día Internacional del Orgullo LGBT. Antonio Infante Basallote y M.ª Dolores López Sánchez-Fortún |
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