viernes, 17 de abril de 2015

Die Massenmedien: armas de manipulación masiva

¿Quién no se ha enterado del accidente de Germanwings? ¿Acaso no corrió esta noticia como la pólvora? ¿Podemos huir de esta información?

Hoy en día, los medios de comunicación forman parte de nuestra vida, pero ¿hasta qué punto? La información está, ahora más que nunca, al alcance de cualquiera, por eso es un tema necesario en una asignatura como cultura alemana. Si algo ocurre en Alemania, cualquier español puede enterarse al segundo, aunque la noticia no será tratada de la misma forma en los medios de comunicación tradicionales (radio, prensa, televisión) y en las recientemente incorporadas redes sociales. Incluso, si lo desea, puede consultar la cadena alemana Deutsche Welle, que incluye programas en español. Si quieres entrar en materia, consulta su versión online.

En nuestra exposición, además de ofrecer una visión global de los medios de comunicación en Alemania, hablaremos de cómo se trata la información y haremos una pequeña comparación con los medios españoles. Así que, si quieres informarte (valga la redundancia) sobre este tema, tienes una cita pendiente en el aula 18 el próximo 22 de abril. Os esperamos.

Miriam Mérida Serralvo, Fátima Camacho Sánchez y Bárbara Muñoz Antón, cultura alemana [exposición del 22/04/2015]

 Nachtrag
Cuando hablamos de die Massenmedien o los medios de comunicación, ¿nos estamos refiriendo a lo mismo? Son dos expresiones que comparten significado, pero a la hora de analizar los contenidos detenidamente son obvias las diferencias.

Después de habernos informado sobre los medios de comunicación en Alemania, hemos descubierto lo que se esconde detrás de ellos, así como algunas curiosidades y diferencias con los españoles. Si tú también estás interesado en el «mundillo» de los medios de comunicación, te conviene seguir leyendo.

Antes de entrar en materia, contesta sinceramente: ¿hasta qué hora te quedaste ayer viendo la tele? Probablemente tu respuesta sea que, como mínimo, hasta las 00:00 horas. No te preocupes, no tenemos una cámara en tu salón, las cifras reflejan que la mayoría de los españoles se sienta frente al televisor durante la cena y la sesión, normalmente, se alarga hasta las 00:30 horas, o incluso más tarde. Te sorprenderá saber que la mayoría de los alemanes ya llevarían acostados un buen rato. ¿Eficiencia alemana o falta de sueño por parte de los españoles? Por suerte, nosotros tenemos la siesta, apoyada por las cadenas y su siesta time, periodo de máxima audiencia en España durante el cual sólo se emiten programas nana; es decir, los famosos documentales de La 2, Saber y Ganar y Qué tiempo tan feliz, con las estrellas muertas de Operación Triunfo.

Mientras que en el país de la sangría y la paella nos enganchan con programas de acceso al prime time como El hormiguero, en el Land de la Bier y de las Würste hacen alarde de su sobriedad con un telediario, el Tagesschau. Después de una larga jornada laboral, ¿qué prefieres? ¿Un showman pelirrojo y gracioso o un presentador rubio y muy serio usando palabras kilométricas como «Rindfleischetikettierungsüberwachungsaufgabenübertragunsgesetz»? Bromas aparte, aunque parezca mentira, ambos son los programas de acceso al prime time por excelencia en España y Alemania respectivamente.

Comencemos con El hormiguero. De 21:45 a 22:45 horas nos sentamos a cenar y, por supuesto, que no falte la tele de fondo, y mucho menos el programa más carismático de la televisión española. El talk show que reúne a la familia, desde los más pequeños hasta los más mayores, y que ejerce una fuerza sobrenatural que te impide levantar el trasero del sofá hasta las tantas. Cuando quieras darte cuenta ya estarás inmerso en el prime time español y no mucho más tarde en un sueño profundo.

Esto no ocurre con el Tagesschau, que empieza a las 20:00 horas y termina a las 20:15 horas; eso sí, los alemanes no son menos y también tienen programas estelares, con la pequeña gran diferencia de que los suyos no acaban más allá de las 22:00. Por lo tanto, mientras que nosotros nos dejamos la espalda cada noche en el sofá y amanecemos con más chepa que el Jorobado de Notre Dame, ellos duermen plácidamente en sus colchones Tempur.

Lo sabemos, las comparaciones son odiosas, pero inevitables. Si dejamos a un lado el prime time y nos centramos en lo que realmente nos atañe, ¿son los medios de comunicación armas de manipulación?, la respuesta más inmediata es sí, y, aunque parezca mentira, en esto sí estamos de acuerdo. Aunque la forma de manipular sea diferente según la cultura, en el fondo a todos los medios se les ve el plumero. Los datos no mienten: una importante encuesta realizada por nosotras, brillantes estudiantes de la FTI en la prestigiosa Universidad de Granada, refleja que tanto alemanes como españoles se sienten manipulados por los medios de comunicación. A nosotras, personalmente, nos sorprendió el siguiente testimonio de Ruth Burbat, profesora alemana que reside en España desde hace años: «Las noticias españolas quizás influyen más, pero las noticas alemanas dan la sensación de ser más objetivas y seguramente no lo sean, porque lo tienen todo muy pensado y ordenado».

En resumen, alemanes y españoles son primos lejanos culturalmente en cuanto a las costumbres, los horarios, los gustos y esa clase de cosillas, pero son primos hermanos en cuanto a lo que a manipulación se refiere; aunque, obviamente, cada uno lo hace a su manera. ¿Y tú? ¿Consideras que los medios de comunicación son armas de manipulación? Para nosotras la respuesta está clara.

Miriam Mérida Serralvo, Fátima Camacho Sánchez y Bárbara Muñoz Antón

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