martes, 28 de abril de 2015

12 points go to... Austria! Más allá de la barba

La mujer barbuda vuelve a llevar el oro eurovisivo a Austria. La pregunta es: ¿qué supone esto para este país, Europa y el mundo?

Por mucho que parezca que Rusia (entre otros países) no se sube al carro, da la impresión de que un cambio se está produciendo en gran parte de Europa. Un cambio con respecto a la actitud ante las parejas LGBT, que cada vez conquistan más derechos en su búsqueda de igualdad. Lo cual ocurre a la vez que la Iglesia deja de ostentar tanto poder como solía tener.

¿Qué simboliza el triunfo de Conchita Wurst?
¿Qué papel tiene hoy en día la Iglesia en Austria?
¿Cuál es la realidad que vive un joven gay en este país?

A todas estas preguntas (y muchas más) intentaremos responder en nuestra exposición, en la que contaremos con testimonios muy valiosos, entre ellos y en exclusiva, el de Dilara Akarcesme, la editora jefe de COMING IN, la revista de la iniciativa LGBTI HOSI Salzburg. También trataremos temas delicados y de los que casi no se habla en los medios, como la preocupante tasa de suicidios entre adolescentes LGBT.

Nos encantaría veros en el aula 18 a las 16:00 horas del miércoles 6 de mayo. Bis dann!

María Rosario Mazuela Montoro y Alfonso Moles Sánchez, cultura alemana [exposición del 06/05/2015]

 Nachtrag
Para entender qué significa realmente la victoria de Conchita Wurst en Eurovisión 2014 —y su influencia en Austria— es más que conveniente conocer el panorama en el que la mujer barbuda alcanzó su punto álgido como artista.

Austria es un país en el que un hombre no puede casarse con otro hombre, ni una mujer con otra mujer: el matrimonio igualitario (popularmente, matrimonio gay) no es legal, aunque sí se reconocen las uniones civiles desde el uno de enero de 2010. A través de éstas, las parejas LGBT obtienen parte de los derechos de un matrimonio entre personas de distinto sexo. Pero por eso mismo, estas uniones no dejan de ser un derecho parcial, incluso inferior, puesto que no gozan de todos los beneficios de los que disfruta una pareja tradicional. Poco a poco, se pueden apreciar algunos cambios significativos: a partir del 2016, las parejas homosexuales tendrán permitido adoptar. Y en cuanto a la transexualidad, se permite el cambio de género, aunque se trata de un proceso largo, de desgaste, y en el que, hasta 2013, era obligatoria la participación de un psiquiatra. En cualquier caso, sigue habiendo puntos muy polémicos y llamativos con respecto a los gays, lesbianas y bisexuales austriacos: uno muy conspicuo es, sin duda alguna, que tengan prohibido por la Cruz Roja austríaca donar sangre.

Ampliando un poco más el punto de mira, todo esto ocurre en un país que tiene una muy fuerte tradición religiosa —y, más concretamente, católica—. Aunque si nos centramos en la situación actual de la Iglesia Católica en este país germanoparlante, tras una serie de escándalos en 2009 y con la crisis económica, el número de fieles austriacos está cayendo a una velocidad sin precedentes. Esto supone un fuerte revés para la Iglesia en varios sentidos, ya que se financia con impuestos que sólo tienen que pagar sus fieles.

Pero volvamos a lo ocurrido en el archiconocido Festival de la Canción. Conchita Wurst ha sido la encargada de recoger el testigo de Dana Internacional, la primera transexual en ganar Eurovisión (en 1998 y para Israel), y de la finlandesa Krista Siegfrids, que en 2013 reivindicó el matrimonio igualitario con un beso lésbico al final de su tema Marry me. A pesar de las reacciones de rechazo e incluso odio que la mujer barbuda ha despertado en algunos países —no demasiado gay friendly— de Europa del Este, ella no ha tenido más que palabras de esperanza y fe «en un futuro que funcione sin discriminación y basado en la tolerancia y el respeto». Al dirigirnos a Dilara Akarcesme, la editora jefe de la revista COMING IN (un medio centrado en la comunidad LGBTI austríaca), ella nos ayudó a entender la relevancia que esta victoria tuvo para el país: «Al crearse un sentimiento patriótico de triunfo —explica—, se expande la aceptación a grupos que en un principio no suelen ser defensores de los derechos LGBTI, ya que sienten el triunfo de Conchita como algo propio».

Por otro lado, es necesario darle importancia a la incidencia de la homofobia sobre la vida de las personas, en concreto, sobre la de los más jóvenes. El suicidio es un problema a nivel global, pero aún más para la juventud LGBT, con unas tasas de suicidio preocupantemente altas. Por dar dos de entre muchos posibles ejemplos, un joven cuya sexualidad no es aceptada en su familia ve multiplicadas por 8,4 las probabilidades de cometer suicidio, y cada incidente de homofobia —tanto física como verbal— las multiplica por 2,5. En el caso concreto de Austria, el artículo Religion and Suicide Risk in Lesbian, Gay and Bisexual Austrians (Kralovec, Fartacek, Fartacek y Plöderl 2012) muestra cómo la religión puede provocar un conflicto interno que conduciría a lo que en él se denomina «homofobia internalizada», la cual puede provocar pensamientos suicidas.

No hay duda de que la homofobia es un problema de plena actualidad, pero no parece descabellado interpretar el primer puesto de Conchita Wurst como un símbolo de esperanza y cambio, tanto en Austria como a nivel global; y así lo hizo ver ella misma unos meses después de su victoria, cuando se reunió con el Secretario General de las Naciones Unidas en Viena.

María Rosario Mazuela Montoro y Alfonso Moles Sánchez

4 comentarios:

Carlos J. Guerrero Ramos dijo...

Eurovisión no se ha asomado por primera vez al blog con Conchita Wurst. Ya lo había hecho antes, de la mano de Remedios Amaya y Juan Moreno, en la entrada ¡España: cero puntos!: en esta entrada hallaréis un link a la versión grabada de Im Land der Eurovisionsversager del mencionado autor germanoespañol. Muy recomendable.

Doodlelike Swirlish dijo...

Schaut, schaut, was ist für Wunder dar? Muñecos homosexuales en los semáforos de Viena.

Translating Troll dijo...

La católica Irlanda aprueba el matrimonio gay por amplia mayoría el día en que se celebra el Festival de Eurovisión en Viena: será casualidad, pero muchas y muchos verán cierto simbolismo en la coincidencia de fechas.

Doodlelike Swirlish dijo...

El Tribunal Supremo de EE UU legaliza el matrimonio gay: ♪♫ Voooy a hacerme un jersey ♫♪