martes, 14 de abril de 2015

Life is too short to learn German

¡Tenía que haberme cogido francés! ¿Cómo se te ocurre coger alemán? ¡Esto no hay quién lo entienda! Venga, dime algo en alemán.

¿Te suena alguna de estas frases? Si alguna vez has dicho o escuchado alguna de ellas, entonces te interesa venir a nuestra exposición del día 17 de abril.

No tires la toalla todavía con el alemán porque vamos a [intentar] desmontar el mito del idioma imposible por excelencia. Sabemos que tiene sus dificultades, como cualquier otro idioma, pero os enseñaremos que no es mucho más complicado que otras lenguas. Conoceremos también la opinión personal de varios estudiantes españoles y alemanes, además de la situación actual del aprendizaje de este idioma en España.

Después de esto, si nuestros argumentos siguen sin convencerte y aún piensas que el alemán es demasiado difícil, te enseñaremos también los principales errores que cometemos a la hora de estudiarlo: quizás entonces cambie tu forma de enfrentarte a él.

Os esperamos a todos el viernes 17 a las 16.00 horas en el aula 18.

Natalia Morata Garrido, María del Rosario Poyato Fernández y Tania Sanjuán Guerrero, cultura alemana [exposición del 17/04/2015]

 Nachtrag: Die schreckliche deutsche Sprache
Cuando empezamos nuestra exposición, creíamos que al terminar la clase aquella tarde todo el mundo (incluidas nosotras) pensaría que el alemán no es un idioma inaccesible y que nuestra forma de enfrentarnos a él cambiaría, puesto que, tal y como vimos, el alemán no es el idioma más difícil de la Facultad y mucho menos del mundo. Sin embargo, a medida que íbamos desgranando nuestra información y escuchando las opiniones de los compañeros de la asignatura de cultura alemana y otros testimonios reales de estudiantes de alemán, nos dimos cuenta de que el objetivo lógico de la exposición no se correspondía exactamente con el objetivo inicial de la misma: no se trataba tanto de dilucidar si el alemán es difícil o no, sino más bien de identificar las diferentes fases por las que pasa el estudiante de alemán, ubicarnos dentro de alguna de ellas y, una vez conseguido esto, aprender a enfrentarnos sin miedo ni pesimismo al aprendizaje del idioma.

En la entrada del conocido blog Berlunes.com Comparación entre el alemán que cree saber y el que sabe realmente, René D. establece cuatro fases en el aprendizaje del alemán, a saber: «pues tampoco era para tanto», «ich bin the best», «nunca voy a aprender este idioma» y «la gran llanura». Nosotras hemos elegido esta clasificación porque creemos que era la que más se adecuaba a los testimonios de nuestros compañeros que mostramos en clase (aunque es importante que sepáis que no son algo fijo: no todos los estudiantes han de pasar por cada una de ellas, pueden hacerlo en otro orden o incluso pasar por otras fases totalmente diferentes).

Generalmente, es en la primera fase cuando se produce el aprendizaje más rápido, ya que se empieza sin saber nada y se van adquiriendo los conocimientos más básicos del idioma. En la siguiente fase será cuando el estudiante se sienta eufórico y piense que ya tiene un dominio decente del idioma (aunque su impresión supera a la realidad, es decir, cree saber más de lo que sabe). Será aquí cuando el estudiante sea más consciente de las ventajas que supone aprender alemán y eso le motiva para seguir aprendiendo y mejorando: si no tenemos en cuenta el ruso, el alemán es el idioma más hablado en Europa; Alemania es el principal destino para buscar trabajo en el extranjero; un gran número de empresas son alemanas, etc., etc. A pesar del mito de que en Alemania siempre se puede encontrar un buen trabajo, lo cierto es que se demanda mano de obra cualificada, por lo que el alemán es clave para conseguir un buen puesto. Y por supuesto, aun sin contar con todas estas ventajas, aprender un idioma nuevo siempre es algo positivo.

Después de estas dos fases tan positivas, llega la fase en la que se pierde un poco la motivación, ya que el estudiante toma conciencia cabal de cuáles son las verdaderas dificultades del alemán: los tres géneros, que nada tienen que ver con los dos géneros del castellano; las múltiples modalidades de formación del plural; el vocabulario interminable y las palabras kilométricas; y, para terminar, la mayor dificultad, la endiablada sintaxis de la lengua alemana (todo esto viene muy bien descrito en ¿Por qué es tan difícil aprender alemán?, otra entrada de Berlunes.com).

Muchos de los asistentes a nuestra exposición se ubicaron dentro de esta tercera fase de toma de conciencia acelerada de las dificultades de la lengua extranjera. Eso no tiene por qué ser algo negativo: significa que se ha tomado el buen camino y al final se llegará a la última fase, en la que nuestra percepción personal de lo que sabemos se equipara con lo que realmente sabemos. Es normal que en la cuarta fase se avance más lento que en las tres primeras, lo que no significa que no estemos mejorando.

Aunque como ya hemos dicho todo esto es algo subjetivo, sí que hay ciertos puntos en los que varios estudiantes coinciden: por ejemplo, en que para aprender bien alemán hay que vivir en un país de habla alemana. Para poder conseguirlo, lo primero que debemos hacer es perder el miedo y no pensar en el alemán como ese idioma imposible. Nos damos por satisfechas si nuestra exposición ha podido daros ese impulso que tal vez necesitabais para continuar.

Natalia Morata Garrido, María del Rosario Poyato Fernández y Tania Sanjuán Guerrero

2 comentarios:

Carlos J. Guerrero Ramos dijo...

Aprender una lengua extranjera —esto es, aprenderla bien— es más difícil cuando uno comienza a estudiarla cuando ya es un adulto, y el alemán no es una excepción; pero la edad no impide que los resultados puedan llegar a ser excelentes. Un ejemplo de que se puede es el escritor rusoalemán Wladimir Kaminer, una estrella de la literatura alemana de nuestros días que aprendió alemán ya crecidito y por necesidad, como inmigrante ruso de origen judio en el Berlín de principios de los 90. Kaminer es un buen autor para iniciarse en la lectura de textos literarios en alemán.

En linguistics for fun, hay un buen puñado de relatos de Wladimir Kaminer cuya lectura os recomiendo: son divertidos y, además, son cortos. Lo bueno es que aquí siempre encontraréis el texto impreso y la grabación en audio, con los textos leídos por el propio escritor. Las indicaciones que acompañan a los textos son para aprendices de traductor; quienes sólo queráis aprender alemán, no tenéis por qué hacerles mucho caso: lo importante es que desde linguistics for fun podéis acceder a los recursos, leer los textos y escucharlos, una cosa detrás de otra o ambas a la vez.

Desde esta entrada, podéis acceder al texto impreso y la grabación de Deutsch für Anfänger (que no es del todo fácil para principiantes, la verdad sea dicha). El texto es muy entretenido, pero si os lo recomiendo es, sobre todo, porque creo que algunos os sentiréis identificados con la peripecia de quien comenzó con el alemán casi desde cero con veintitrés años y acabó convirtiéndose en un escritor más que notable en lengua alemana. Luego podéis seguir con las historias de Schönhauser Allee.

Also, frohes Hören, frohes Lesen, frohes Lernen der schrecklichen deutschen Sprache!

Anja Käuper dijo...

Y aquí está la web oficial de Wladimir Kaminer: http://www.wladimirkaminer.de/